28 septiembre 2024

Geometrías del Sentimiento: Aguilares y las artes visuales

Geometrías del Sentimiento: Aguilares y las artes visuales


Aguilares, para quienes no la conocen, tiene una vibrante atmósfera artística. Apenas uno entra a la ciudad, y ya siente que las calles le hablan: vemos murales que homenajean a ídolos del deporte, la música y la cultura local; esculturas que adornan plazas y platabandas; e incluso una notable réplica mural de la Casa Histórica de Tucumán. En Aguilares se respira arte. Y no solo por la presencia del patrimonio visual que menciono, sino que además cuenta con el Centro Cultural Ricardo Rojas y el DAVA (Departamento de Artes Visuales) dependientes de la Universidad Nacional de Tucumán, lo que la posiciona como un faro cultural en el interior de la provincia.

En este entorno, más que propicio, tuvo lugar la apertura de la muestra Geometrías del Sentimiento, un evento organizado por el pintor, docente y gestor cultural Julio Villafañe. La exposición se desarrolló en Villa Sur Art, un espacio que conjuga arte y gastronomía, y que invita a los asistentes a vivir una experiencia sensorial completa. Este cruce de estímulos no es nuevo, pero resulta siempre efectivo, ya que más allá de los sabores y las imágenes, lo que Villa Sur propicia es el encuentro: momentos de amistad, de diálogo, y de un "compartir" que trasciende la comprensión del arte como un goce estético y meramente contemplativo.

Al ingresar allí nos sumergimos en un ambiente donde se respira bohemia en cada rincón. La influencia de los grandes maestros de la región, como Pedro "El Macho" Molina,  Carlos Zárate o Nilo González se presiente en las paredes y en la arquitectura del lugar, que suspende la cotidianeidad para darnos paso a otro espacio: el del encuentro -que ya mencionamos- y el de la reflexión artística.

Geometrías del Sentimiento, la muestra inaugurada el pasado viernes 27 de septiembre de 2024, reunió a diez artistas de diversas provincias argentinas. Entre los expositores, destacan nombres como Mirta Vedia, Héctor Alemán, Jorge Alió, Marcos Avellaneda, Rodolfo Soria, Luis Vivas, Guillermo Zárate, Alberto Cubría, Guillermo Pucci y el propio Julio Villafañe. Las obras, que abarcan desde tintas y grafitos hasta acrílicos y acuarelas, comparten un hilo conductor: el dibujo como lenguaje visual. Aunque sería tentador detenerse en cada una de las piezas, los lectores de El diario de Baudolino podrán encontrar un análisis más detallado en el texto curatorial que preparé para la ocasión y que se encuentra disponible en este mismo sitio.



Prefiero, en cambio, compartir dos momentos que marcaron la apertura de la muestra. El primero fue la entrega por parte de referentes del Consejo Deliberante de Aguilares de una ordenanza que declaraba de interés cultural el evento. Este reconocimiento no es un simple acto ceremonial. Es importante destacar que este tipo de actos ponen de manifiesto la capacidad del arte para generar valor cultural y económico. Aguilares, con su incipiente mercado de arte, tiene el potencial de consolidarse como un referente regional, y gestos como este son fundamentales para fomentar ese desarrollo.

El segundo momento fue el cierre formal de la apertura, que incluyó las palabras de Villafañe, de Luis Vivas y de quien suscribe. Allí se habló de lo complejo y enriquecedor que resulta reunir a diez artistas de distintas provincias y de la importancia de tejer redes que no solo fomenten la colaboración artística, sino también los diálogos y transferencias de saberes. La convivencia entre los artistas y el público se extendió hasta altas horas de la noche, en un ambiente distendido, en el que las obras expuestas y las comidas regionales fueron el escenario perfecto para la confraternización. Docentes y alumnos universitarios, artistas y aficionados al arte conversaron entre risas y algunos tragos, mientras un conocido coleccionista local celebró su cumpleaños rodeado de alguna nueva adquisición.

La inauguración de la muestra contó, además, con la presencia de dos músicos muy queridos en la región que amenizaron la velada: el multi-instrumentista José "Virolo" Ledesma y el trovador Luis Buendía, quienes con su música supieron acompañar el ritmo natural de la noche, sumando una dimensión emocional y sensorial que complementó la experiencia visual (y gastronómica, ya lo dijimos).

Quiero cerrar esta reseña con una reflexión: actividades como Geometrías del Sentimiento no solo necesitan mayor difusión, sino también un apoyo firme -como el que vimos- por parte de las instituciones y la comunidad. Es necesario seguir fomentando estos espacios descentralizados de las grande urbes, donde el arte, comprometido y diverso, encuentre un lugar para florecer. Aguilares tiene el potencial para ser un punto de referencia en la escena cultural de la región, y depende de nosotros, artistas, gestores y público, seguir construyendo ese camino.