«Escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie»
Theodor Adorno (Prismas, 1951)
La conocida frase del filósofo alemán Theodor Adorno sobre las perspectivas del arte después de una tragedia colectiva, sigue siendo movilizante y polémica. Nadie duda que hubo y habrá creaciones artísticas después del holocausto, así como las hay y habrá después del genocidio perpetrado en nuestro país en la última dictadura cívico-militar. En cambio, las preguntas se abren por otras vías: ¿qué marcas, qué huellas pueden encontrarse de ese acontecimiento traumático en las producciones posteriores? y ¿cómo trabajar con el material expresivo de forma tal de no banalizar ese dolor como una representación de segunda mano? entre otros interrogantes posibles. Las respuestas pueden ser procuradas a partir de la reflexión crítica -lo cual es muy elogiable y necesario-pero también desde el quehacer artístico mismo. Quisiéramos inscribir esta instalación en la segunda vía propuesta, y que además sean los propios concurrentes (nunca “espectadores”) quienes hagan sus aportes creativo-reflexivos que contribuyan a tramitar un trauma colectivo cuyas marcas están en permanente elaboración.
Estela Cuneo Quiroga
Rodrigo Campos Alvo
Silvia Porta
Casa/Estudio 22. Tucumán, 24 de marzo de 2022
NOMEOLVIDES
“Vaya hombre, que es difícil cantar los días
en este rincón oscuro,
cuando por nombre se tiene un número y por
sombra un carcelero.
Vaya hombre que es difícil. Si a lo mejor la
mañana me ha regresado tu ausencia
vale sólo lo que el silencio dice entre
cuatro paredes.”
Julio César Campopiano, 18 años, poeta.
Secuestrado en Tucumán el 21 de octubre de 1976
Caminar a tientas, caminar a ciegas pero caminar. Avanzar, caminar, caminar en círculos. Caminar descalzo, caminar a solas pero caminar. Un paso delante del otro que cuente el paso de las horas, el paso del tiempo, porque en esta habitación el tiempo no pasa, el tiempo es. El tiempo es sólido, no pasa, no avanza, no camina, no anda. Algo no anda porque el silencio aturde, y mis ojos no se acostumbran a esta noche eterna, a esta noche sin tiempo que no camina, no avanza, noche que se repite sin comienzo ni fin.
Veo un montón de letras en las sombras, que se mezclan con recuerdos de cualquier época, porque todas las épocas son esta época, solo hay sombras y letras, crueles como los días por venir que no vienen. Nunca vienen. Nada avanza. Nada camina. Nada perturba el silencio. Todo está en orden. El silencio es la cobija que esta cama no tiene, y estas letras -que no entran con sangre- son mi espejo y mis estrellas y mis cielos y los poemas de despedida que nunca te escribiré.
Todo está en orden, discreto orden de las verdades que duelen. Mi mundo es el cigarrillo, la cama, y los poemas escritos con letras de sombras de camas de paredes donde el sol no llega, solo la noche y los relojes que no escucho porque deben estar oxidados, si aquí el tiempo no pasa, no camina, aquí el almanaque siempre muestra el mismo día en rojo y negro, los únicos colores que se distinguen en las sombras de las paredes que la cama me regala como también obsequia generosamente choques y laceraciones.
Cada noche -que es la medida del tiempo- (¿todo está en orden?) mi memoria dibuja retratos en el aire, caras nítidas y perfiles borrosos con los que adorno el almanaque. Una esperanza aquí sería inservible, un lujo, una formalidad inaudita para acordar un reencuentro que siempre estará lejos, en un mediodía una mañana una siesta tucumana calurosa y húmeda que no se deja atrapar. A pesar de todo, un pensamiento feliz queda flotando en el aire, por eso ahora te escribo, con sombras y paredes y letras, estas palabras. Ahora que es de noche, o no. Para que no me olvides, Nomeolvides.
Rodrigo Campos Alvo, 24 marzo de 2022
En memoria de Julio César Campopiano, y de todos los poetas y artistas que
siguen alumbrando nuestros caminos
NOMEOLVIDES
ResponderEliminarSe me estruja el corazón con solo el nombre del escrito
Muy bueno traer con ese NOMEOLVIDES hasta nosotros a Julio César Campopiano, y además llevarnos hasta él con este escrito, rescatarlo de entre las sombras como un padre y entregarle ese final donde dice ...A pesar de todo, un pensamiento feliz queda flotando en el aire...y lo que sigue hasta el final
El primer escrito está muy bueno,
ResponderEliminarLa cita de la frase de Adorno da pie para que está instalación interpele y reivindique tomar la tragedia y atravesarla a través del arte.
Lo de .."concurrentes (nunca "espectadores") .. buenísimo, ahí deja en claro que ellos son parte de esta forma de sublimar
Fantástico! Felicitaciones por el gran trabajo!
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