Mi
casa y mi corazón
Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
abierta siempre a los hombres,
al sol y al aire.
Que entren la noche y el día.
Y la lluvia azul. La tarde.
El rojo pan de la aurora.
El campo: sus verdes mástiles.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales.
Ni la golondrina, el vuelo.
Ni el amor, sus labios. Nadie.
La casa y el corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.
(En
“Poemas de la prisión y la vida”, 1939-1961)
Marcos Ana (España, 1920-2016), nacido como
Fernando Macarro Castillo, fue un poeta español encarcelado con solo 19 años de
edad en 1939. Sus escritos contribuyeron a hacerlo conocido fuera de España y a
desencadenar una campaña internacional por su liberación en 1961, en la que
destacaron Rafael Alberti y Pablo Neruda. Su poesía ha sido calificada de
«poesía de trinchera» y ha sido atribuida a «la fuerza de la convicción, la
sentida sinceridad poética, la angustia, el miedo del hombre en el presidio».
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