La voz
No es la guitarra lo que alegra
o ahuyenta el miedo en la medianoche.
No es su bordón redondo y manso
como el ojo de un buey.
No es la mano que roza o se aferra a las
cuerdas
buscando los sonidos
sino la voz humana cuando canta
y propaga los
ensueños del hombre.
(De El hombre
junto al mar, 1981)
Heberto Padilla (Cuba, 1932 – EEUU, 2000) fue un poeta y catedrático cubano. Debutó
en 1949 con su poemario Las rosas audaces,
al que siguió, en 1962, El justo tiempo
humano, que recibió una mención en el Premio Casa de las Américas. Fuera
del juego, «un poemario muy crítico del curso político en la isla en manos de
Fidel Castro», marcó el quiebre con el Gobierno, que se convierte en definitivo
con Provocaciones, su última producción
en Cuba. Ya fuera de la isla reeditó algunos poemarios y publicó otros, sacó
una segunda novela ―En mi jardín pastan los héroes, escrita en realidad a fines
de los años 1960 y recuperada una década más tarde―, una policíaca y unas
memorias. Algunas de sus obras han sido traducidas al inglés y a otros idiomas.
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